El Vaticano está persiguiendo la Humanae Vitae:
tiempo de contraatacar.
19/06/18
12:03 AM
por THE REMNANT
El día 11 de septiembre del año
2017, Edward Pentin escribió un artículo para el National Catholic Register
titulado: La Humanae Vitae bajo fuego. En aquel artículo afirmaba que
“recientes cambios en Roma indican que se ha emprendido una campaña para desafiar
la prohibición que hace la encíclica de la anticoncepción artificial. “La
prueba de esto incluye
la revelación de la existencia de una comisión secreta encargada por el
Vaticano, con la aprobación del Papa, de
“estudiar” (MIDP#1) la Humanae Vitae. Tal comisión fue descubierta gracias a
una página web italiana, que se hizo con un memorándum clasificado de la
Secretaría de Estado del Vaticano refiriéndose a ella.
El memorándum declara que la
comisión es “para promover un estudio completo y autorizado” de la encíclica,
que coincida este verano con el cincuentenario de su publicación. El señor
Pentin continúa comentando que la inclinación teológica de los cuatro miembros
de la misma es poco alentadora.
El señor Pentin escribe:
Antes de su muerte
el 6 de septiembre, el cardenal Carlo Caffarra había expresado privadamente su
gran preocupación por la comisión. Como otros, creía que la apertura de los archivos era
un ardid para seleccionar y presentar materiales que demostrasen que la
comisión de Pablo VI se movía hacia una relajación de la enseñanza de la
Iglesia sobre la anticoncepción, pero que una excesiva presión ejercida
sobre el Papa llevó a éste a reafirmar la doctrina (MIDP#2.- se trata del
falso o doble del papa Paulo VI que impusieron los cardenales masones en la
cúpula Vaticana).
Otra estrategia que
se espera por parte de los miembros de la comisión y de otros “revisionistas”
es presentar cualquier reinterpretación como un “cambio de paradigma” en
teología moral, de la misma forma que se ha hecho con Amoris Laetitia al
permitir a algunos divorciados vueltos a casar civilmente, recibir la Sagrada
Comunión. Se espera que se ponga el énfasis en una práctica pastoral que cambia
para hacerse más aplicable hoy – una táctica, dicen los críticos, para alterar
y suavizar las enseñanzas de la Iglesia encontrando excepciones a la misma,
mientras se insiste en que la doctrina no será cambiada.
El factor decisivo consiste en
recordar lo que el mismo Papa Francisco dijo acerca de la Humanae Vitae.
Finalmente, están
los comentarios del propio Papa Francisco con respecto a las enseñanzas de la
encíclica. Preguntado en el año 2014 si la Iglesia debía revisar la cuestión de
la anticoncepción, el Papa Francisco replicó: “Todo depende de cómo se
interprete el texto de la Humanae Vitae. El propio Pablo VI, hacia el final (MIDP#3), recomendó a los confesores que
mostrasen gran amabilidad y atención a situaciones específicas.”
MIDP#3.-
pocos saben que el verdadero Paulo VI estuvo secuestrado a lo largo del
Concilio Ecuménico Vaticano II, donde Benedicto XVI, cardenal Joseph Ratzinger,
del Priorato de Praga, como Perito en el Concilio, principal
promotor y cabeza visible de la “infiltración de la infernal corriente
modernista”, ex teólogo modernista y profesor de la escuela
modernista de Tubinga, que simuló cambio a la Doctrina Tradicional de la
Iglesia para que los cardenales de la grandiosa Tradición de la Iglesia, lo aceptaran
y colárseles para llegar a la más alta cúpula vaticana como Prefecto de la
Congregación de la Doctrina de la Fe.
Los
cardenales y obispos masones entonces impusieron “un doble de Paulo VI” como
estrategia para poder manipular el Concilio y promover
obispos, cardenales, papa masones con sus Nuncios y Legados Pontificios en todo
el Mundo. Benedicto XVI distorsionó y
bloqueó el Tercer Secreto de Fátima dado a Sor Lucía de niña, mismo que debía
conocer Paulo VI, pero quien no lo escuchó de labios de Sor Lucía, tiempo
después el papa declaraba que “Por alguna fisura, se ha filtrado el humo del
infierno en el seno de la Iglesia”, coincidiendo con el Tercer Secreto donde la
Virgen nos advertía: “Satanás se infiltrará en el
seno de la Iglesia; llegará hasta los Más Altos Reinos de la Jerarquía en el Vaticano;
y hasta la Silla de Pedro”, lo que logró Benedicto XVI. Todo
coincide con las Profecías de La Sallete.
Sin lentes la verdadera Sor Lucía; con lentes la falsa Lucía puesta por el card. Raztinger (Benedicto XVI) y su cómplice Tarcisio Bertone, quienes engañaron al Papa Juan Pablo II.
El cardenal Tarcisio Bertone con la falsa Lucía que con Ratzinger (B.XVI) presentaron a Juan Pablo II.
Añadió –Francisco- que no
es una cuestión de “cambiar la doctrina, sino de profundizar en ella para
asegurar que los esfuerzos pastorales tienen en cuenta la situación de la
gente, y lo que le resulta posible hacer.”
El pasado año el Papa también alabó a
uno de los más destacados objetores de la Humanae Vitae, el teólogo alemán
Bernard Häring. Y hablando con
periodistas en febrero del año pasado, el Papa Francisco citó favorablemente
una historia mitológica de monjas en el Congo a las que se les permitió usar
anticonceptivos en casos de violencia. Este caso ha sido utilizado por
discrepantes de la doctrina para sortear sus enseñanzas. El Papa también ha
mostrado su simpatía por la visión de la Iglesia del desaparecido jesuita cardenal
Carlo Martini (MIDP#4), quien ha mostrado públicamente su oposición a la
Humanae Vitae.
MIDP#4.- este
cardenal Carlo Martini, es quien inspiró el grupo de la Mafia cardenalicia que
actualmente lidera el pro-abortista y homosexual cardenal Godfried Danneel’s,
quien promovió sustituir al judío Benenedicto XVI porque avanzaba lento con las
consignas de la “Sinagoga de Satanás” en estos temas, y requerían alguien que
adoctrinado por los rabinos que enviaron sus agentes a Infiltrar a la Iglesia para
demolerla, como está advertido en Apoc. 13,11 y en las Visiones y Revelaciones
completas a la Venerable Anna Catalina Emmerich, Cuaderno Núm.3
También acentúan la sensación de
que hay una conspiración en marcha los recientes artículos que aparecen en
publicaciones católicas “izquierdistas” atacando las raíces de la
enseñanza moral católica contra la anticoncepción. El tiempo en el que
aparecen dichos artículos parece indicar que el pensamiento izquierdista está
preparando el camino, presentando análisis minuciosos en los que puede basarse
la “comisión” para cambiar la enseñanza católica.
Uno de los
artículos se titula “Indefendible: La enseñanza moral después de la Humanae
Vitae”, y apareció en las sórdidas páginas de la revista “Católica”
izquierdista Commonweal. El artículo es
importante por haber sido escrito por uno de los pesos pesados intelectuales
que, como los
modernistas de los que habló Pío X, hace que los incautos lo consideren un caso
convincente, aunque en realidad esté plagado de premisas erróneas y peligrosas. El autor, Michael Dummett, fue Wykeham Professor of
Logic en la Universidad de Oxford hasta su retiro en el año 1992. Ha enseñado
en la Universidad de Stanford, en la Universidad de Princeton, en la
Universidad de Bolonia, en la Universidad de Harvard, en la Universidad de
Ghana. Necesito decir más.
El examen de algunos de los
supuestos argumentos “Católicos” izquierdistas contra la perenne enseñanza de
la Iglesia sobre la anticoncepción artificial, nos lleva a descubrir lo que
podemos esperar este verano. Además, espero que algún, o varios, auténticos,
profesores católicos de teología moral, puedan refutar sólidamente artículos
como éste, para replicar a la arremetida de inconsistentes argumentos que
los medios de comunicación de la izquierda “Católica” han empezado a esparcir
con antelación al informe de la comisión. Porque todos debemos estar preparados
para contraatacar los venenosos ataques que nos esperan a la vuelta de la
esquina. (MIDP 6.- se trata de un
real anti-Magisterio de la Iglesia, de las turbias y diabólicas enseñanzas blasfemas
y heréticas de Jorge Mario Bergoglio, el títere de los rabinos argentinos. Como
dijo San Pablo: “Maldito, anatema sea aquél que os enseñe un Evangelio distinto
al que nosotros les enseñamos”.).
El artículo empieza con estas
condescendientes palabras, “Aunque la Iglesia se las ingenió para librarse de
su condena de la usura, ha encontrado difícil descartar una enseñanza que
declara inmoral algún tipo de acción.” Cualquier católico informado en su sano
juicio dejaría de leer el artículo inmediatamente, identificaría al autor cono
un anti-católico intolerante y seguiría adelante. Desgraciadamente, sin
embargo, esta es la Iglesia del Papa Francisco en el año 2018 y los argumentos
del autor es muy probable que resulten persuasivos para altos prelados romanos,
así que no tengo más remedio que comentarlos.
La idea de que la Iglesia (hay
que advertir de que el autor emplea la “i” minúscula) “se las ingenió para
librarse” de cualquier enseñanza moral incluyendo la usura es, por supuesto,
absurda. Esto se explica de forma breve y adecuada en la revista Catholic.
La clave del argumento del autor
se encuentra en los dos párrafos que siguen:
Un tipo de acto,
definido por una descripción determinada, puede ser intrínsecamente malo. Si es
así, nunca puede ser moralmente justificado por un propósito posterior, aunque
encomiable; esto es lo que explica el dicho de que el fin no justifica los
medios. Por ejemplo, dar a alguien una dosis fatal de veneno debe ser malo en
todas las circunstancias: incluso si el propósito es frustrar el conocido plan
de la víctima de matar a toda su familia, seguirá siendo malo. Sería un mal uso
del principio del doble efecto apelar a esa razón para justificar tal
asesinato. El que envenena al otro no puede argumentar legítimamente. “Lo que
yo estaba haciendo era salvar a esa familia de ser asesinada; no tenía interés
alguno en la muerte de la víctima.” Ni puede justificarse el lanzamiento de la
bomba atómica sobre Nagasaki con el argumento de que se hizo para dar fin a la
guerra, y que la muerte de la población fue un efecto colateral. El doble
efecto puede invocarse solamente en el caso de que el acto sea moralmente
legítimo, incluso si en circunstancias concretas se puedan prever malos efectos
colaterales. Nada puede ser un efecto colateral si es el medio por el cual se
realiza el objetivo del acto. El que envenena a otro no puede decir que la
muerte de su víctima es un efecto colateral: es solamente por medio de la
muerte de la víctima como salva a la familia de ser asesinada. A la
inversa, un acto que no es intrínsecamente ilegítimo moralmente puede ser malo
si se realiza con un mal propósito. Así, dar a alguien una información que no
es mala en sí misma, con el objeto de humillarle o de hacerle hacer algo
vergonzoso, se convierte en un acto inmoral por la intención con la que se
hace.
El uso de la
píldora por una mujer casada con intención anticonceptiva no entra en ninguna
de esas categorías. Nadie supone que es intrínsecamente malo para una mujer
tomar la píldora, por ejemplo, por su original propósito de regular períodos
irregulares. Se ha argumentado de forma convincente que la píldora pude tomarse
legítimamente con intención anticonceptiva, por ejemplo, por una monja que sabe
que está en peligro de ser violada. Igualmente, la intención, por parte de una
pareja casada, de reducir la frecuencia o el número de embarazos de la esposa,
como ya se ha dicho, es reconocido por la Iglesia como legítimo, y, en las
circunstancias apropiadas, encomiable. En las normas de la Humanae Vitae
encontramos, por lo tanto, una condena como moralmente malo de un acto que no
es intrínsecamente malo pero que es capaz de convertirse en malo cuando se hace
por un fin particular, incluso aunque ese fin, igualmente, no sea malo en sí
mismo. Es incomprensible cómo puede ser esto así: es imposible pensar en un
caso paralelo – por lo menos, yo no he sido capaz de encontrar ninguno.
Cualquiera que sea el pensamiento acerca del mantenimiento de la enseñanza
tradicional de la encíclica acerca de otros métodos de anticoncepción, la
prohibición del uso de la píldora es indefendible basándose en la teología
moral como ha sido siempre previamente comprendida, y hace confusa la enseñanza
moral de la Iglesia.
¿Por dónde empezar? No hay tiempo
para comentar todos los errores que hay en estos párrafos, así que me centraré
en el más importante. El autor no toma en consideración un aspecto crítico de
lo que sucede cuando una mujer casada toma la píldora.
El autor admite que originalmente
la píldora pretendía tratar los períodos irregulares. En este caso se trata de
una situación clínica en la que el cuerpo no está funcionando como debiera. Es
legítimo que la ciencia médica trate esta condición. En este caso hay efectos
colaterales al tratamiento, especialmente efectos como la infertilidad
temporal, y deben buscarse otros medios para tratar ese desorden que no tengan
tales consecuencias. Si el desorden no puede tratarse por ningún otro medio, y
es lo suficientemente grave como para tener que ser tratado, un efecto
colateral de infertilidad temporal durante el tratamiento caería precisamente
en la categoría del doble efecto.
El principio del doble efecto se
da cuando un acto moralmente bueno, o neutro, en este caso el tratamiento de
una situación clínica, causa de forma no intencionada un efecto colateral malo
o perverso, en este caso la infertilidad. En estos casos, el bien causado por
el acto, por supuesto que necesita compensar el mal del efecto no intencionado.
Lo que el autor argumenta aquí,
sin embargo, es algo completamente diferente. El autor sostiene que debe
autorizarse moralmente que una mujer casada tome la píldora sin intención
alguna de corregir ningún desorden médico, sino por el simple propósito de
hacerse estéril. En otras palabras, el autor argumenta que es un acto
moralmente bueno tomar una medicina con la intención de crear un desorden
clínico en su propio cuerpo.
Resulta irónico que en el párrafo
precedente el autor hablase de que sería ilícito moralmente envenenar a alguien
que te ha dicho que tiene el propósito de asesinar una familia. Sin embargo, en
su mundo, es perfectamente lícito que usted tome veneno, en este caso la
píldora, para evitar que su cuerpo funcione adecuadamente. Esta es la manera de
pensar de la izquierda.
El autor pierde de vista la
enseñanza Católica en esta cuestión porque al parecer él no se basa en la Ley
Natural. En vez de eso, argumenta a favor de lo que previamente argumentó en
contra. Concretamente, que uno puede usar el argumento de que “el fin justifica
los medios” para decidir la licitud moral. Al tomar la píldora en el escenario
del autor, una mujer casada está diciendo que el fin, en este caso evitar tener
un hijo por alguna razón seria, justifica los medios, consumiendo una
substancia con el propósito expreso de crear un desorden en su cuerpo. Este
último acto es siempre malo y no puede ser justificado en y por sí mismo. Por
eso se le llama “intrínsecamente malo.”
Para ofrecer una analogía, ya que
es el autor tan aficionado a ellas, eso sería similar al hecho de que alguien
tome morfina o analgésicos con el expreso propósito de sentirse eufórico –
potencialmente dañando su salud – frente al legítimo propósito de tomarlos para
calmar el dolor producido por una herida grave, una operación quirúrgica,
etc. Igualmente, en el caso del cáncer, hay tratamientos que convierten
al paciente en estéril. Pero el objetivo del tratamiento es tratar al paciente
para evitar que muera, no para hacerle estéril. Hacerse estéril uno a sí mismo,
intencionadamente, por supuesto que sería un pecado.
En un último análisis, uno puede
ver los inteligentes sofismas presentes en los argumentos de este profesor de
lógica en Oxford, que habló también en Stanford, Princeton y Harvard. Tiene todo
el prestigio de estos tres bastiones del anti-Catolicismo en su historial y sus
escritos aparecen en las así llamadas “Católicas” publicaciones como
Commonweal. Sin duda alguna, sus argumentos estarán bien representados ante los
cuatro miembros de la comisión de la Humanae Vitae. Nuestro trabajo,
especialmente el de los teólogos morales y expertos entre nosotros, será
desafiarlos en cada paso de su camino.
Chris
Jackson
(Traducido por AMGH. Artículo original)
Ver Encíclicas de
la Vida de los Papas Paulo VI y Juan Pablo II en:
https://vidahumanamaravillosa.blogspot.mx